sábado, 5 de febrero de 2011

La muerte del poeta de la Luna


Comenzaba a caer la tarde,
la luna estaba impaciente por salir,
venia acompañada de una fría lluvia,
de un temporal de sentimientos,
nadie podía imaginar lo sucedido.

Solo un grupo de estrellas acompañaban
a la luna en aquella triste noche,
se unieron a ellos un par de nubes
y entre la lluvia se perdieron sus lagrimas,
estaba ahí, herido de muerte, tirado en la nada.

Su cuerpo yacía inerte con una herida en el pecho,
era el poeta de la luna que se encontraba sin vida,
se había dejado vencer por aquel dragón,
en una feroz batalla proveniente de un amor,
no había nada, ni un palpitar mas de su corazón.
Su escudo hecho de mil poemas estaba destruido,
su lanza de rosas y espinas, se había marchitado,
sus manos cómplices del amor con las que lucho
y muchas veces escribió al amor hoy estaban frías,
no había, mas, no había podido luchar ante el dragón.

Hoy solo había un rayo de luz de la luna
que se reflejaba sobre la sangre que dejaba
escapar aquel cuerpo inerte, había solo
un ultimo poema es su mano derecha
y unido a su corazón, era un adiós a la princesa
por la que tanto lucho y aquella tarde murió.

Hoy de aquello solo queda un recuerdo
grabado en una luna que brilla triste,
en un cielo que se niega a dejar de llorar,
en un sobre de los poemas guardado
como un tesoro en el baúl de tu corazón,
una historia que se encierra en un libro
que jamás se terminara de redactar...



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6 comentarios:

  1. asi es, vaya forma de decir las cosas de cuando has perdido a un amor, te felicito. a todos alguna vez nos pasa...

    Jessica

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  2. Son hechos cotidianos envueltos en la prosa del amor, y como en este caso bien traducidos por el autor para nuestro deleite. Interesante blog

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  3. Que hermoso y que triste. pero ese poeta no murio para nada, creo que renacio y se transformo en estas palabras y muchas mas que vendran

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  4. Un poeta es como un libro que nunca se termina de leer, es la vida hecha poesía.

    Un placer leerte. Te ví en mi blog y vine a conocerte.

    Saludos salteños.

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  5. Que bello relato. Me pregunto porque motivo las fuerzas del protagonista decayeron. Te sigo :)

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  6. seguro que, si nos fijamos, adivinaríamos el reflejo del difunto poeta en los charcos que inunda la acera y que, con premeditación, la luna escoge para mirarse y acicalarse

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