domingo, 28 de marzo de 2010

De ocho a cinco



De ocho a cinco,
cuando sueño yo contigo,
y te tengo tan lejana,
como a dos metros de distancia.

Como espero las mañanas,
para rozar tus mejillas
y tus labios en las mías
acariciando mi alma.

De ocho a cinco,
cuando tengo tu presencia
y este sol que no calienta
si no estas cerca de mi.



De ocho a cinco,
cuando estas en la oficina
mi reloj ya no camina
se detiene en tu andar.



El secreto de tus labios
aun lo tengo muy guardado
en la esquina de una estrella,
en esa noche tan bella.



Y no imagino estos días
sin tus ojos, sin tus manos
que recorren tibias
por mi espalda, no imagino.



Como no imaginas tu,
este sentimiento grato
que en mi adentro a quedado
y la impotencia de mis labios



Al no poder decir te amo,
al no escuchar ya tu risa,
tus palabras, tus caricias,
pues solo me has dejado.



Y tengo que conformarme
con quererte sin tenerte,
con tan solo tener que verte
de ocho a cinco



De ocho a cinco cuando estas
cerca de mi…