sábado, 31 de octubre de 2009

Morir de amor

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Seis de la mañana, mi mente comienza a aclararse igual que el día, así me lo anuncia la luz del sol que sigilosa entra por la ventana, no se si dormí, no se si de verdad ya eh despertado, un sabor amargo en mi boca me hace recordar lo sucedido la noche anterior.
Mis manos aferradas a las tuyas en un silencio eterno me hacían presagiar lo que mi corazón no comprendía, los sueños forjados durante años y el amor eterno jurado se desplomaban cual frágil cristal, las flores de mi primavera se marchitaron creando un frió invierno y desolado.
A mi mente llagaron aquellas historias de amor donde la muerte se hace presente tras el dolor, y llega a mi una pregunta que me hace derramar una lágrima, ¿se puede de verdad morir de amor?, tal vez, por que ni el alcohol a podido apaciguar este amor, por eso me eh vuelto tan callado y duro, por que podré tenerlo todo en la vida pero solo dios sabe la melancolía que me causa tu ausencia, hoy las notas de mi piano suenan tristes y retumban entre estas cuatro paredes gritando en eco tu nombre, de que sirvieron las estrellas con las que adorne tu frente, de que sirvió esa luna a tus pies, de que valieron las poesías que escribí en las nubes diciendo que te amaba, si hoy tu ausencia nubla mis días y me hace perder la calma, si hoy mi vida es muerte al no tenerte, y al no tener solo esperare la muerte…
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